En un entorno como el actual en el que cada vez hay menos espacios naturales, aprovechar los techos y paredes de los edificios para colocar vegetación es una excelente alternativa para mejorar el medio ambiente. Conoce los múltiples beneficios de un techo verde:
Beneficios ambientales
- Reduce el efecto de isla de calor
- Aumento de la superficie forestal urbana
- Mejora la calidad del aire
- Aporta a la biodiversidad
- Aminora los niveles de ruido
- Disminuye la contaminación de las aguas pluviales
- Reduce la escorrentía de agua, es decir, absorbe y retiene parte del agua de lluvia, disminuyendo la cantidad de agua que va hacia los sistemas de drenaje o alcantarillado, ayudando a prevenir desbordamientos.
Beneficios energéticos
- Actúa como una capa extra de aislamiento térmico
- Brinda un efecto de refrigeración debido a la evapotranspiración (sistema pasivo de refrigeración).
- En algunos casos puede eliminar la necesidad de utilizar sistemas activos de acondicionamiento de aire, contribuyendo a la eficiencia energética
- Se puede incorporar paneles solares, mejorando el rendimiento energético
- Protege el techo de la radiación ultravioleta y daños mecánicos, ampliando su vida útil
Beneficios estéticos
- Resulta más atractivo y beneficioso contar con áreas verdes para los ocupantes del edificio (biofilia)
- Algunos techos verdes intensivos son utilizados como jardines y espacios de esparcimiento
- Mejora estéticamente el panorama
Clasificación de los techos verdes: extensivos e intensivos
Los extensivos tienen una profundidad de sustrato aproximada de 5 cm, son adecuados para áreas extensas, son ligeros y fáciles de instalar, pueden incorporarse en casi cualquier edificio existente pues no representan una carga estructural excesiva, requieren un mantenimiento mínimo y para implementarlos se utilizan plantas autosuficientes.
Suelen escogerse para cubiertas de techo ligeras, techos de difícil acceso, planos o inclinados.
Entre este tipo de plantas se encuentra el musgo, sedum, hierbas, pasto, lirios, entre otros.
Por otro lado, los intensivos tienen una profundidad de sustrato mayor a 15 cm, requieren un mantenimiento mayor y normalmente se planifican desde el diseño de un edificio debido a su alta carga estructural. Suelen escogerse para espacios de jardines naturales, cultivo de alimentos y recreación.
Para este tipo de techo se puede incorporar todo tipo de plantas y arbustos e incluso árboles.
Asimismo, tanto en el techo verde extensivo como intensivo se debe incorporar una capa impermeabilizante para impedir que se filtre el agua que está contenida en el sustrato y una capa de barrera para impedir que las raíces de las plantas dañen la estructura del edificio.
Fuentes consultadas: Greenspec y UAEH (Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo).