Se aplica específicamente a edificios residenciales, desde viviendas unifamiliares hasta edificios de apartamentos. El sistema de certificación evalúa el desempeño de la vivienda en diferentes categorías, como la eficiencia energética, la calidad del aire interior, la gestión del agua y el uso de materiales sustentables. Además, puede ser beneficioso para los propietarios y habitantes de las viviendas, ya que pueden disfrutar de un hogar más saludable, cómodo y eficiente en términos energéticos y económicos.