Desde el inicio de la educación de un niño hasta su graduación, transcurren aproximadamente 15,600 horas dentro del entorno escolar. Si este espacio no tiene las condiciones ambientales adecuadas, como una ventilación e iluminación apropiadas o confort térmico, indudablemente esto afectará el rendimiento de los estudiantes.
Estudios realizados por la Universidad de Harvard en colaboración con United Technologies Corporation han demostrado que la mala calidad del aire interior está relacionada con una reducción en la capacidad cognitiva y de razonamiento. Además, una ventilación insuficiente se ha asociado con un aumento en las tasas de ausentismo escolar debido a enfermedades respiratorias (WorldGBC).
Actualmente, múltiples investigaciones respaldan la idea de que la implementación de medidas para mejorar la calidad del aire interior y promover el confort térmico conduce a una mejora significativa en el rendimiento académico de los estudiantes.
En este sentido, los edificios con certificaciones ambientales destacan por su buena calidad del aire interior y confort térmico en comparación con aquellos que carecen de estas certificaciones. Investigaciones han confirmado que los edificios bien ventilados y certificados como sostenibles tienen un impacto positivo en la salud cognitiva y el descanso de los estudiantes.
Además, investigaciones de la Universidad de Missouri indican que los estudiantes que asisten a escuelas sostenibles muestran niveles superiores de conocimiento en eficiencia energética y prácticas de construcción sostenible. La exposición constante a estos diseños verdes, junto con una cultura educativa promovida por los maestros, ayuda a concientizar a los estudiantes sobre la importancia del medio ambiente y la sostenibilidad en la construcción.
Es fundamental cultivar ciudadanos con conciencia ambiental, ya que jugarán un papel crucial en la resolución de los desafíos ambientales globales en un futuro cercano.
Colegio Rochester, Colombia
LEED Platino
La institución Rochester ha obtenido dos veces la certificación LEED Gold y actualmente ha logrado por segunda vez la certificación LEED Platino, convirtiéndose en una escuela líder en sostenibilidad y conciencia ambiental en Latinoamérica.
Rochester tiene una superficie construida de 15,533 m2 en un terreno de 28,500 m2, con cinco bloques que contienen cuatro aulas cada uno, además de un aula de uso compartido por planta.
Sus aulas cuentan con un sistema de ventilación automatizado que renueva el aire cada cinco a diez minutos, con el objetivo de reducir la acumulación de dióxido de carbono en el ambiente. Así como, sensores de ocupación, radiación solar y temperatura.
También aprovecha la luz natural y la combina con iluminación LED, generando un color neutro de 300 lux, lo que favorece una adecuada visibilidad y comodidad visual, fomentando la atención y el aprendizaje de los estudiantes. Además, el uso de colores pastel claros favorece la concentración.
Asimismo, ha incorporado en sus espacios muebles de madera certificada de fuentes sostenibles, sin adhesivos que contengan formaldehído, además de techos con alto aislamiento acústico.
Cuenta con paneles fotovoltaicos en los techos de los edificios mediante los cuales se genera un 20% de la energía que requiere la escuela para operar.
Con respecto a la eficiencia hídrica, la escuela cuenta con inodoros, duchas y lavamanos de bajo consumo. Adicionalmente, trata y reutiliza el 100% de las aguas residuales para uso no potable.
Escuela Secundaria Dunbar, Estados Unidos
LEED Platino
La Escuela Secundaria Paul Laurence Dunbar, ubicada en Washington DC, es una instalación de cuatro pisos y 25,646 metros cuadrados que ha sido certificada con LEED Platino, el nivel más alto de LEED.
Dunbar aprovecha al máximo la luz natural en sus aulas, lo cual se vincula con un mayor rendimiento académico de los estudiantes y favorece la eficiencia energética.
Además, se utilizaron pinturas, materiales y muebles de baja emisión, junto con un sistema de aire exterior que mejora la calidad del aire interior, promoviendo así un entorno de aprendizaje más saludable.
Asimismo, el diseño integra el uso de energías renovables, como la geotérmica y la solar. El sistema geotérmico cuenta con 362 pozos verticales excavados hasta una profundidad de 500 pies, empleando más de 68 millas de tubería. También emplea calefacción por suelo radiante para mantener la comodidad de los estudiantes, además de paneles solares.
De esta manera, Dunbar ahorra anualmente entre $250,000 y $300,000 en energía en comparación con el promedio de las escuelas públicas del distrito.
Jardín de Infantes y Preescolar HAEF, Grecia
LEED Platino
El jardín de infantes y preescolar HAEF, un edificio de dos pisos y 3,400 metros cuadrados con una forma similar a un pez, fue el primer edificio en obtener la certificación LEED Platino en Grecia.
HAEF cuenta con un amplio techo verde que contribuye a integrar de manera armoniosa el edificio con el entorno y a mejorar la biodiversidad local.
Teniendo en cuenta la necesidad de mantener de manera sostenible las extensas áreas verdes, se incorporó un sistema de recolección de agua de lluvia, no solo para la irrigación de los jardines, sino también para su uso en los inodoros.
El diseño fue planificado para aprovechar al máximo la iluminación natural en todas las áreas regularmente ocupadas, contribuyendo así a la eficiencia energética y también a la creación de un espacio interior de alta calidad.
Jardín de Infantes Beelieve Preschool of Life, México
LEED Silver
El jardín de infantes Beelieve Preschool of Life fue el primero en su tipo en obtener la certificación LEED en México.
En este caso se optó por LEED debido a su complementariedad con la metodología educativa Reggio Emilia, que se centra en que los niños aprendan principalmente a través de la interacción con su entorno, explorando y experimentando de manera activa.
El diseño de Beelieve Preschool of Life se enfocó en utilizar materiales no tóxicos, maximizar la iluminación natural, integrar elementos de la arquitectura biofílica y crear espacios abiertos como prioridades fundamentales.
Escuela estatal Erich Walter Heine, Brasil
LEED Silver
La Escuela estatal Erich Walter Heine, ubicada en Brasil, es la primera escuela con certificación LEED en Latinoamérica.
La escuela cuenta con paneles solares y combina la energía solar con el uso de lámparas LED para favorecer el ahorro energético. Además, ha incorporado un sistema de captación de agua de lluvia para uso no potable, como en los inodoros e irrigación de áreas verdes.
También dispone de un sistema de reciclaje selectivo y compostaje, así como un techo verde con vegetación que absorbe el calor, mantiene una temperatura más cómoda y mejora el drenaje del agua de lluvia.
Adicionalmente, cuenta con estacionamiento para bicicletas y espacios destinados a vehículos con bajas emisiones.
Asimismo, es importante señalar que el diseño de la edificación ha sido pensado para ser totalmente accesible para alumnos con necesidades especiales de movilidad, incorporando rampas adecuadas, puertas más amplias, señalización en Braille, suelo táctil, entre otros elementos
Fuentes consultadas:
WorldGBC
usgbc.org
rochester.edu.co
Publicaciones Semana
ecotelhado.com
ambientemelhor.com.br
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