El interés por la sostenibilidad en el sector de la construcción ha crecido significativamente en los últimos años, impulsado por la necesidad de combatir el cambio climático y cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Actualmente, existen varias certificaciones verdes que avalan la eficiencia ambiental de un proyecto. En este blog, se presentarán algunas de las principales certificaciones verdes, destacando sus características y los tipos de proyectos en los que pueden aplicarse.
LEED (Leadership in Energy and Environmental Design)
Desarrollada por el U.S. Green Building Council (USGBC), LEED es ampliamente reconocida a nivel global y evalúa criterios como ubicación y manejo del sitio, eficiencia energética, uso del agua, materiales sostenibles y calidad del aire interior. Esta certificación se aplica a proyectos que buscan un enfoque integral en la sostenibilidad en diferentes sectores, como edificios residenciales, comerciales, hospitales y centros educativos. Es ideal para aquellos que buscan optimizar el uso de recursos y mejorar la calidad ambiental interior de sus espacios.
EDGE (Excellence in Design for Greater Efficiencies)
Creada por la International Finance Corporation (IFC), EDGE facilita un análisis rápido de los proyectos a través de un software especializado que evalúa el consumo de energía, agua y materiales de construcción. Su enfoque se centra en hacer que los edificios sean más eficientes en términos de recursos, contribuyendo a la reducción de su huella ambiental. Es una opción ideal para proyectos que buscan mejorar la eficiencia de manera accesible, especialmente en mercados emergentes y con presupuestos limitados.
SITES (Sustainable Sites Initiative)
SITES guía, evalúa y certifica la sostenibilidad en el diseño, desarrollo y gestión de paisajes y espacios exteriores. Está dirigida a proyectos que priorizan la conservación y restauración de ecosistemas y biodiversidad en el sitio. Esta certificación es especialmente adecuada para espacios como parques públicos, campus universitarios, jardines botánicos, áreas comunes de condominios, áreas libres de sedes corporativas, entre otros, que buscan crear entornos verdes sostenibles que fomenten la biodiversidad y el esparcimiento.
WELL Building Standard
La certificación WELL, creada por el International WELL Building Institute (IWBI), se centra en promover la salud y el bienestar de los ocupantes del edificio. Su evaluación incluye aspectos como la calidad del aire, el agua, la iluminación, el confort térmico, así como la nutrición y la actividad física. Con un riguroso proceso de verificación in situ, WELL garantiza que los espacios promuevan la salud de manera integral, siendo ideal para oficinas, espacios comerciales y educativos.
FITWEL
FITWEL también promueve el bienestar de los ocupantes, enfocándose en los aspectos del diseño que mejoran la salud y el buen diseño para el movimiento de los usuarios del proyecto. Es una opción más accesible y flexible que otras certificaciones, aplicándose a oficinas, espacios residenciales y comerciales que buscan mejorar el entorno de manera asequible, fomentando un ambiente saludable y cómodo para sus usuarios.
Conclusión
Cada certificación tiene sus fortalezas, dependiendo del tipo de proyecto y los objetivos planteados. Al comprender las diferencias y beneficios de cada una, podrás tomar una decisión más informada, logrando que tu proyecto no solo cumpla con los estándares de sostenibilidad, sino que también aumente su valor, eficiencia y el bienestar de sus usuarios.
Optar por una certificación verde no solo cumple con los estándares de sostenibilidad, sino que también ofrece beneficios a largo plazo, como la reducción de costos operativos gracias a la eficiencia energética y al ahorro en el consumo de agua, la mejora de la reputación del proyecto, y un mayor atractivo para usuarios y ocupantes que valoran los espacios saludables y sostenibles.
Además, puede ser un factor clave para acceder a financiamiento verde, incentivos gubernamentales y atraer a inversores que priorizan los criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza). Un proyecto con la certificación adecuada no solo minimiza su impacto ambiental, sino que también obtiene ventajas competitivas en el mercado.