Según los científicos, el año 2023 está en camino de ser el más cálido registrado, justo antes de una cumbre climática crucial este mes.
Samantha Burgess, subdirectora del Servicio de Cambio Climático de Copérnico, afirmó: «Con casi total seguridad, podemos afirmar que 2023 será el año más cálido registrado, actualmente con una temperatura 1.43°C por encima del promedio preindustrial». Burgess resalta la urgencia de tomar medidas climáticas ambiciosas antes de la COP28, destacando que la cumbre es más crucial que nunca.
Los científicos de Copérnico también observaron que el pasado octubre fue el más cálido jamás registrado a nivel mundial, con temperaturas 1.7°C por encima de las registradas en un octubre promedio a finales del siglo XIX.
Repensando prácticas de construcción
El agua desempeña un papel fundamental en el proceso de construcción, siendo esencial para la preparación de mortero, la mezcla de hormigón y el curado del trabajo. A medida que los proyectos de construcción avanzan en su ciclo de vida, se consume agua en diversas etapas, convirtiéndose en un recurso significativo en la industria.
Lamentablemente, durante la construcción, se desperdician millones de galones de agua de manera innecesaria, principalmente debido a la falta de medidas adecuadas contra el uso excesivo. Ante este problema en aumento, es crucial tomar medidas para reducir la demanda de agua, implementando técnicas que ahorren agua en todo el proceso de construcción. Estas estrategias incluyen la captura y reciclaje de aguas grises, la inversión en infraestructuras y equipos eficientes en el uso del agua, así como la exploración de fuentes alternativas de agua. Al seguir estos pasos, los sitios de construcción pueden reducir significativamente el desperdicio de agua y contribuir a un uso más sostenible del recurso.
Otro aspecto esencial para repensar las prácticas de construcción y abordar la escasez de agua es la adopción de materiales y tecnologías de construcción innovadores. Materiales de construcción sostenibles, que requieren menos agua durante la producción y tienen un menor impacto ambiental, pueden ser clave para conservar los recursos hídricos. Por ejemplo, el uso de mezclas de concreto ecológicas que incorporan materiales reciclados puede reducir la huella hídrica total de los proyectos de construcción.
Además, la obtención de certificaciones de construcción sostenible como LEED o EDGE puede orientar los proyectos de construcción hacia prácticas eficientes en el uso del agua y respetuosas con el medio ambiente. Estas certificaciones promueven la integración de medidas de ahorro de agua, como sistemas de recolección de agua de lluvia y paisajismo eficiente en el uso del agua, fortaleciendo aún más los esfuerzos para aliviar el problema del agua.
Estrategias Sostenibles Post-Construcción
Es igualmente esencial considerar estrategias que promuevan la conservación y eficiencia del agua durante la fase operativa de un activo. Adoptar materiales y diseños que generen menos aguas residuales, así como incorporar electrodomésticos que ahorren agua, como cabezales de ducha de bajo flujo y lavadoras eficientes, puede contribuir aún más a minimizar el consumo de agua, colaborando en la mitigación a largo plazo de la escasez de agua.
Un componente clave de las estrategias sostenibles post-construcción es la implementación de sistemas de reciclaje de aguas grises. Estas aguas, provenientes de accesorios no inodoros como lavabos y duchas, pueden ser tratadas y reutilizadas para fines no potables como el enjuague de inodoros o el riego de paisajes. Incorporar estos sistemas en los diseños de edificios puede fomentar un enfoque más circular y responsable de la gestión del agua.
Los edificios «inteligentes» utilizan tecnologías avanzadas para optimizar el uso del agua. Medidores de agua inteligentes, sistemas de detección de fugas y monitoreo en tiempo real del agua pueden identificar ineficiencias y permitir acciones rápidas para abordar el desperdicio. Estas tecnologías empoderan a los administradores de edificios para tomar decisiones informadas y garantizar que el consumo de agua sea sostenible a lo largo del ciclo de vida del edificio.
Apoyo del Gobierno y del Público
Para lograr un progreso significativo, la colaboración entre propietarios, la industria de la construcción, gobiernos y organismos públicos es crucial. Los gobiernos deben introducir políticas que incentiven la conservación del agua, promuevan el uso de recursos renovables como la recolección de agua de lluvia, e inviertan en investigación para explorar soluciones innovadoras de ahorro de agua. Iniciativas educativas mejoradas y apoyo técnico pueden fomentar una cultura de conciencia del agua, alentando a individuos y empresas a adoptar prácticas de agua más sostenibles.
Las políticas gubernamentales juegan un papel central en la dirección de los esfuerzos de ahorro de agua de la industria de la construcción. Al ofrecer incentivos financieros, exenciones fiscales o subvenciones a proyectos de construcción que priorizan la eficiencia del agua y prácticas sostenibles, los gobiernos pueden fomentar la adopción generalizada de medidas de ahorro de agua. Establecer estándares de eficiencia del agua e incorporarlos en los códigos de construcción puede hacer que las prácticas de construcción conscientes del agua sean la norma, contribuyendo aún más a los esfuerzos de conservación del agua.
El cambio climático sigue siendo un desafío significativo en todo el mundo, intensificando la presión sobre los recursos hídricos. Al adoptar estrategias de ahorro de agua y prácticas sostenibles, la industria de la construcción puede ser un motor para mitigar la escasez de agua en el futuro previsible.